“Me llevó a la habitación, me violó analmente y me obligó a hacerle sexo oral. Todo eso, bajo tortura”. Así, con dramática crudeza, Ana narró cómo fue violada por el acusado de haber asesinado, cinco días después, a la policía Tamara Ramírez en Glew. La mujer, de 70 años, afirmó que Luca Martín Alaimo, de 18 años, es vecino de barrio, en Dock Sud. “Los abuelos viven acá, enfrente de mi casa; yo lo conozco desde que estaba en la panza de la madre”.
Según consta en la Instrucción Penal Preparatoria (IPP) N° 07-02-013807-18, a cargo de la fiscal de Avellaneda María Laura Carballal, el 23 de julio pasado la víctima fue sorprendida a la mañana cuando salía de su casa. La mujer declaró en la causa que Alaimo -que en el barrio, donde les robaba incluso a los vecinos, era calificado de “incontrolable”- la amenazó con un cuchillo y la sujetó para hacerla reingresar. Luego, la encerró en la habitación, la tiró contra el piso, le ató las manos, le vendó los ojos y la violó. Según publicó el portal del noticias de TN, mientras abusaba de ella le susurraba al oído: “Disfrutá, vieja”.
Alaimo, según fuentes de la causa, huyó de la casa con dinero y ropa de su víctima, que después logró quitarse las ataduras de las manos y llamó por teléfono a una vecina, que a su vez alertó al 911. A instancias de la intervención policial, la fiscal Carballal abrió el sumario por “abuso sexual con acceso carnal calificado por haber configurado un sometimiento sexual gravemente ultrajante y por haberse cometido con armas, en concurso real con robo agravado por el uso de armas”, y ordenó la captura del joven, que ya había sido detenido por violar a una joven, hecho por el que estuvo preso seis meses.
El crimen de Tamara y la detención del homicida
Cinco días después de haber violado a su vecina, y cuando el pedido de captura seguía vigente, un joven entró a robar en la casa del sargento Benjamín Ramírez, quien vivía en la misma propiedad de la localidad de Glew con su hija Tamara y el novio de ella, todos policías bonaerenses.
Según surge de la investigación del crimen, el sargento Ramírez descubrió al asaltante, que le apuntó con un revólver calibre .32; se trenzó en lucha con él. Por los ruidos, Tamara y su novio salieron de la habitación. En ese momento Alaimo efectuó dos disparos. un proyectil impactó en la cabeza de la oficial, mientras que el otro dio en la pierna de su novio.
El criminal escapó y, minutos después, vecinos de la zona reportaron una toma de rehenes en una vivienda situada a pocas cuadras de allí, en Plumerillo al 100, Glew. La policía intervino y rescató al dueño de casa, un albañil de 27 años, al tiempo que detuvo al delincuente, que en ese momento dijo llamarse Daniel Alexis Vargas. Poco después se supo su verdadera identidad, y, con eso, sus pesados antecedentes, incluidos la vejación de su propia vecina, por la cual estaba prófugo.
Fuente: La Nación