En este nuevo mes vamos a dedicarnos a homenajear a muchos músicos italianos y que mucho hicieron por el tango y comenzamos con Antonio Rodio, él era uno de los siete hijos del matrimonio de Roque Rodio y Francesca Pumarola, que emigraron a la Argentina cuando Antonio era un niño. Estudió desde los 6 años en la escuela primaria de la calle Deán Funes, entre Pavón y Garay y realizó estudios musicales con el maestro Mario Rossner en los altos de la confitería Santa Lucía en la esquina de las calles Montes de Oca y Martín García, del barrio de La Boca donde completó su ciclo primario de violín en 1912.
De allí pasó a realizar estudios superiores en el conservatorio Thibaud-Piazzini donde se diplomó de concertista. Un amigo y condiscípulo del conservatorio fue Carlos Marcucci. Antonio había nacido en Crispiano, provincia de Tarento, Italia un 25 de enero de 1904, y fue un músico, arreglista, compositor y director de orquesta dedicado al tango.
A los 11 años se inició como violinista profesional ingresando en la Orquesta Clásica del Cine Empire, de Corrientes y Maipú, donde le cupo la responsabilidad de reemplazar a Carlos Pessina. Luego de ganar un concurso se incorporó a la Orquesta Clásica del Teatro Colón, de la que llegó a ser violín concertino. Egresado del conservatorio Rossengger se fue, al igual que Carlos Marcucci, con Arturo Bernstein, para en los inicios de la década del 20, formar en las filas de la orquesta de Ángel Danesi.

De inmediato accedió al conservatorio Thibaud-Piazzini donde realizó estudios superiores y se diplomó, de concertista. En este conservatorio tuvo como amigo y condiscípulo a Carlos Marcucci, quien también estudiaba. Mientras trabajaba amplió sus conocimientos musicales en el conservatorio Rossengger, obteniendo en diciembre de 1918 su título de profesor superior de violín.
En 1923 Integró un cuarteto que comandaba Carlos Marcucci (bandoneón), Antonio Radio y José Di Clemente (violines), Alfonso Lacueva (piano), ofreciendo recitales en la Radio Sud América. Actuó también con Osvaldo Fresedo y con Domingo Santa Cruz. Con Carlos Vicente Geroni Flores (en piano), César Ginzo y Roberto Dolard (bandoneones), Antonio Rodio y Alberto Mercy (violines), Luis Bernstein (contrabajo).
Regresó con Carlos Marcucci para inaugurar el Cabaret Charleston, del barrio de la Boca. Esta agrupación estaba formada por los grandes de Carlos Marcucci y Salvador Grupillo (bandoneones), Antonio Rodio y José Rosito (violines), Alfonso Lacueva (piano) y Olindo Sinibaldi (contrabajo), sexteto en donde Antonio Rodio permaneció dos años.
En 1929, formó con Enrique Delfino un dúo de piano y violín grabando para el sello Odeón los siguientes temes: “Piedad”, tango de Carlos Marcucci y “Aquel tapado de armiño”, tango de Enrique Delfino, “Haragán”, tango de Enrique Delfino y “Amor indio” de Stodtard, grabaciones realizadas entre los meses de marzo y mayo de 1929.
En 1929 Pedro Maffia reorganizó su orquesta por la desvinculación de varios músicos de fuste y contrató a Lalo Scalise en el piano reemplazando a Osvaldo Pugliese, al bandoneonista Gabriel Clausi en lugar de Alfredo De Franco y a Rodio por Elvino Vardaro. La orquesta quedó conformada con los recién llegados más el bandoneonista y director Pedro Maffia, los violines de Emilio Puglisi y José Abbati, Nerón Ferrazzano en violonchelo y Francisco De Lorenzo en contrabajo y el 2 de enero de 1930 debutaron en la Glorieta Río de la Plata, de avenida San Martín y Gaona, ubicada frente a la plazoleta donde en 1935 se inauguró la estatua del Cid Campeador.

Aparte de su labor en esta orquesta, el 19 de abril de 1930 Antonio Rodio, junto a Rodolfo Biagi en el piano, acompañaron a Carlos Gardel en la grabación de varias versiones, entre las cuales figuran “Buenos Aires”, “Aromas de El Cairo”, “Viejo smoking” y “Aquellas farras”, además del foxtrot “Yo nací para ti, tú serás para mí”.
El trío Irusta – Fugazot – Demare, pensando en dar un mejor lucimiento al conjunto, buscó dos elementos de calidad en sus respectivos instrumentos y es así como Antonio Rodio y Héctor Artola entraron a formar parte del trío. Algún tiempo después, cuando éstos dejaron sus puestos, las vacantes fueron llenadas por Alfredo Gobbi (violín) y Aníbal Troilo (bandoneón).
En la década del 30, Antonio Rodio, Enrique Delfino y el guitarrista Manuel Parada acompañaron a grandes figuras del tango como, Sofía Bozán, Ada Falcón, Azucena Maizani, Agustín Magaldi, etc.
Entre 1934 y 1936 junto a Alfredo Malerba (piano) y Daniel Álvarez (bandoneón), secundaron a Libertad Lamarque. Al retirarse Daniel Álvarez su puesto fue ocupado por Héctor María Artola, en el 1936 Antonio Rodio formó el conjunto Los Poetas del Tango, integrado además por Héctor María Artola y Miguel Bonano (bandoneones), Miguel Nljensohn (piano) y Francisco Fiorentino, vocalista. Sus actuaciones se realizaron en Radio Belgrano.
Al disolverse este conjunto, Antonio Rodio pasó a la orquesta de Eduardo Ferri hasta 1937, en que integró un conjunto formado por: Enrique Rodríguez y Gabriel Clausi (bandoneones) y Eduardo Ferri (piano). Los vocalistas que trabajaron en conjuntos de Antonio Rodio fueron: Daniel Adorno, Alberto Amor, Mario Corrales, Francisco Fiorentino, Antonio Rodríguez Lesende, Alberto Serna y Carlos Varela.
Algunas de las obras de su autoría fueron “Amor amor”, “Amor brujo”, “Angustia”, “Corazón qué has hecho”, “Cosas olvidadas”, “Igual que Dios”, “Maldita”, “Sin rabia y sin pena”, “Yerba mala”, “Rosa celeste”, “Mirándote en los ojos”, “Y la perdí”, “Si yo te contara”, “Parece mentira”, “Sin amor” y “Yo no puedo comprender”.
Fue un violinista de depurada escuela, de exquisito gusto interpretativo, de dulce sonido, que contribuyó como instrumentista, compositor y director a desarrollar y jerarquizar las formas evolucionistas del tango. Sucesor de Elvino Vardaro en la orquesta de Pedro Maffia en 1929, toda su posterior labor en nuestra música popular ciudadana está caracterizada por un distintivo sello de nobleza y calidad tanguera.

En 1946 Miguel Caló viajó a Chile y al regresar su orquesta a Buenos Aires, llegó con un integrante menos, Antonio Rodio. Permaneció en Chile por algún tiempo para luego regresar a Buenos Aires, donde se incorporó a la orquesta de Francisco Rotundo.
En 1949 volvió a Chile, ahora integrando la orquesta de Gabriel Clausi, actuando en el Casino de Viña del Mar y en Santiago. Esta orquesta estaba formada por Gabriel Clausi, Vicente Toppi, Astor Piazzolla, Héctor Montenegro, Antonio Radio, Antonio Rossi, Luis Piersantelli, Leopoldo Amoroso y Francisco De Lorenzo.
Regresó Gabriel Clausi a Buenos Aires, pero Antonio Rodio se radicó definitivamente en Viña del Mar. Formó un conjunto para música internacional y permaneció por varios años trabajando en el Casino Municipal de esta ciudad. Fue fundador, junto a Izidor Handler y Ernesto Zahr, de la Sinfónica de Viña del Mar (1954/56).
Integrante de la Orquesta de Cámara de la Universidad de Chile, de Valparaíso y Orquesta de Cámara de la Universidad Católica de Viña del Mar. Primer violín de la Orquesta Estable del Festival de la Canción de Viña del Mar. También formó un conjunto típico de corta duración, actuando en locales, nocturnos.
Fue muy buen músico, un exquisito compositor y un notable violinista, que estaba en el apogeo del gusto popular cuando decidió radicarse en Chile. A principios de 1980, ya se le había detectado un cáncer de garganta y el 1° de junio de 1980 falleció por una dolencia cardíaca en Viña del Mar, Chile.
Ing. Aldo Escobar
