El concejal capitalino Carlos Arnedo criticó duramente el funcionamiento del servicio de transporte público de pasajeros en medio de la ola de frío intenso que atraviesa la provincia. “Es inconcebible que en plena ola de frío extremo, con temperaturas peligrosamente bajas, haya líneas de colectivos que, o bien cortan el servicio mucho antes porque las unidades no cuentan con un sistema de calefacción, o bien dejan a los pasajeros a metros de las paradas. Muchas veces ni siquiera los recogen, ya sea por fallas mecánicas o hasta por mera desidia, dejándolos a la interperie”, expresó. “La ola de frío puso en evidencia una vez más el estado paupérrimo de las unidades y del servicio”, subrayó.
En ese contexto, el edil cargó además contra el estado de las unidades. “Los colectivos se siguen cayendo a pedazos, están en condiciones precarias, carecen de medidas de seguridad y suponen un peligro para los pasajeros”, dijo. “No es de extrañarse la baja estrepitosa de usuarios; los tucumanos se ven empujados a utilizar otros medios de transporte”, señaló.
Por otra parte, el edil apuntó contra los empresarios del transporte, afirmando que “el Ejecutivo Municipal debe avanzar en la decisión política de cortar el negocio de los empresarios cobradores de subsidios”. “Insisto en mi proyecto de ordenanza para la quita de la tenencia precaria de las concesiones y entregar las mismas, con pliegos de por medio y mediante licitación pública a empresarios eficientes, para poner fin a la historia de nunca acabar del deficiente transporte público.”, dijo.
Finalmente, Arnedo destacó su proyecto de ordenanza para auditar a las empresas de transporte con el fin de “saber qué se hizo con el dinero de los subsidios que resultaron ser un gran negocio para unos pocos”. “El pésimo servicio de transporte, el estado de abandono de las unidades y el peligro que supone para el usuario tomar un colectivo es el resultado de no haber controlado a tiempo la política del subsidio, que a la postre terminó perjudicando al usuario”, concluyó.
Arnedo: La ola de frío puso en evidencia una vez más el estado paupérrimo de los colectivos
