Sin dudas que el Decano atraviesa por el mejor año de sus más de 100 de historia. Lo que hasta hace un tiempo parecía una utopía, hoy es realidad.
El ahora equipo de Zielinsky parece haberse acomodado a lo que es jugar en la máxima categoría, si bien tuvo un tránsito un tanto irregular ultimamente. Lo cierto es que le ganó cómodamente a un timorato Colón en un Monumental colmado por 2-0, con goles del Pulga Rodríguez y del Bebe Acosta, y de esta manera llega sacando pecho a la final de la Copa Argentina nada menos que con River.
La diferencia esta más que justificada. Atlético pudo golear y no iba a ser exagerado. Colón apenas hizo revolcar un par de veces a Sánchez, pero nada como para perder el aliento.
Comandados por el Pulga en ataque y las pinceladas de Favio Alvarez (que esta vez no estuvo tan fino a la hora de definir), el equipo de Zielinsky hizo trabajar a destajo al golero santafecino.
La frutilla del postre llegó cuando todo se moría, y el Bebe se disfrazó de 9 para empujar al gol un centro medido. 2-0 y partido requeteliquidado.
El compromiso del sabado puede llegar a ser el Gordo de Navidad para el Decano, por más que su participación en la Libertadores del año que viene ya está asegurada. Pasa que sería su primer campeonato oficial a nivel nacional.
Media provincia se frota las manos esperando que termine el partido con el Millonario, y si bien esto es fútbol, justgamente el rival de Atlético no es el River que todos conocemos. Viene en caída libre desde el superclásico con Boca y la eliminación en la Libertadores.
Pero nada se pierde con soñar.
FOTO: CLARÍN