El Frente Amplio, liderado por Yamandú Orsi, no alcanzó el 50% de los votos en las elecciones y enfrentará al candidato oficialista Álvaro Delgado en una segunda vuelta el 24 de noviembre. La contienda definirá al próximo presidente de Uruguay, en un clima de estabilidad democrática.
El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, obtuvo un 43,9% de los votos, posicionándose como el líder más votado. Sin embargo, al no superar la mitad más uno de los votos, se verá obligado a competir con Álvaro Delgado, del Partido Nacional, quien alcanzó un 26,7% y cuenta con el respaldo de la coalición gobernante.
La alianza oficialista, que incluye al Partido Colorado, Cabildo Abierto y el Partido Independiente, refuerza la posición de Delgado, y se prevé una competencia difícil para el Frente Amplio en la segunda vuelta. Según el analista Nicolás Saldías, de The Economist Intelligence Unit, la coalición oficialista tiene una ventaja clave, con un apoyo superior al esperado.
En las elecciones también se rechazaron dos plebiscitos que proponían cambios en la seguridad social y en los procesos de allanamiento, evidenciando un rechazo de la ciudadanía uruguaya a modificar estos aspectos de su Constitución.
