Donald Trump ha logrado regresar a la presidencia de los Estados Unidos luego de vencer a la vicepresidenta Kamala Harris en una de las elecciones más disputadas. El exmandatario aseguró su retorno a la Casa Blanca al conquistar la mayoría de los votos en los “swing states” como Georgia, Pensilvania, Michigan, Carolina del Norte y Wisconsin, superando así los 270 electores necesarios para proclamarse ganador.
Desde el Centro de Convenciones de Palm Beach en Florida, Trump celebró su victoria junto a su familia y aliados políticos, destacando que esta victoria representa un récord en apoyo popular para un republicano, al alcanzar 69 millones de votos frente a los 64 millones obtenidos por Harris. Además, el Partido Republicano se hizo con el control del Senado, un respaldo clave para su próxima administración.
Este triunfo llega en un contexto internacional complejo, donde Trump deberá enfrentar tensiones en Asia y el conflicto en Ucrania. El republicano ha prometido renegociar con China y resolver la guerra en Ucrania, buscando frenar las ambiciones de Xi Jinping y alcanzar un acuerdo con Vladimir Putin, aunque estos desafíos se presentan como posibles puntos de conflicto global.
El nuevo escenario también incluye la inestabilidad en Medio Oriente, donde la guerra de Israel contra Hamas y Hezbollah plantea una crisis en la región. Trump, quien ya había marcado su postura contra Irán durante su mandato anterior, podría intensificar las alianzas con Israel para enfrentar cualquier amenaza antes de asumir en enero.
