El gobierno nacional puso en marcha la Operación Roca, un plan que habilita desde este lunes a las Fuerzas Armadas a intervenir en la lucha contra el narcotráfico en el norte argentino. El anuncio fue encabezado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, junto al ministro de Defensa, Luis Petri, y el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz.
La medida forma parte de la segunda etapa del Plan Güemes, que ahora se concentrará en localidades fronterizas como Tartagal, Aguaray y Salvador Mazza, por donde, según datos oficiales, ingresa cerca del 80% de la cocaína que circula en el país. El despliegue incluirá tareas de patrullaje, logística y control territorial, en coordinación con Gendarmería, Policía Federal y fuerzas provinciales.
Según Bullrich, se trata de zonas donde operan bandas criminales que manejan tanto el contrabando como el tráfico de estupefacientes. Por eso, además del refuerzo humano, se sumará tecnología de vigilancia, un alambrado en Salvador Mazza y un sistema de radarización que permitirá controlar vuelos ilegales con ayuda de la Fuerza Aérea.
El Ejército, específicamente el Regimiento de Infantería de Montaña 28, tendrá un rol clave como base operativa. La “Operación Roca” tendrá vigencia hasta el 15 de diciembre y se concentrará exclusivamente en zonas rurales y pasos no habilitados del NOA y el NEA, sin intervención en áreas urbanas ni fronteras legales.
La iniciativa se ampara en la ley 27.786, que permite aplicar medidas especiales en “zonas críticas” como la intervención de comunicaciones y la incautación de bienes vinculados a redes criminales. En paralelo, Argentina está negociando un acuerdo con Bolivia para el intercambio de información sobre vuelos sospechosos hacia territorio nacional.