El Gobierno prepara un plan de precios y tarifas congeladas para contener la inflación antes de las elecciones

La presión inflacionaria del primer trimestre del año obligó a los funcionarios del Ministerio de Economía a delinear acciones que beneficien a los bolsillos de los argentinos, sin perder de vista el proceso eleccionario.

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El equipo económico prepara un plan para intentar contener la inflación y llegar a las elecciones con una economía menos dislocada. En el programa están involucrados el ministro Martín Guzmán, Paula Español, Matías Kulfas y el titular del Banco Central. Santiago Cafiero lo monitorea por orden de Alberto Fernández.

La iniciativa se adoptó después de las fuertes críticas políticas que recibió el equipo económico por el recalentamiento de los precios, todo se aceleró luego de que se conociera la inflación del mes de marzo que se ubicó en el 4,8%. 

El gabinete económico-social, mantuvo una reunión y en el encuentro hubo críticas a la ineficiencia de Paula Español para controlar los precios y el remanido reproche a Guzmán porque dicen que actúa solo como “ministro de la deuda”. También hubo reproches fuertes contra Luis Basterra, por su pasividad frente al alza de la carne. Cafiero se trenzó fuerte con el jefe de Hacienda. Fue después de consideraciones políticas de Guzmán.

Después se unificaron y todos apuntaron contra los empresarios y los economistas por provocar falsas expectativas inflacionarias.

Así lo expuso Guzmán: “Los economistas generaron una irreal expectativa inflacionaria, con sus alocadas proyecciones”. Y concluyó: “Esas proyecciones hacen que se remarquen los precios”.

También se habló de la falta de colaboración de los hombres de negocios. Cafiero dijo: “Ellos no acompañaron nuestras pautas macroeconómicas, como lo hicieron los sindicatos”. Y contragolpeó: “Ahora nosotros vamos a imponerles esas variables a la fuerza”.

El plan económico tendría cuatro puntos esenciales e involucra controles, pero también decisiones monetarias, fiscales y del dólar. La cuestión se trató en la COPAL y también en la UIA. Los hombres de negocios –a mala gana– acompañarán a la Casa Rosada.

La decisión de congelar los precios de la canasta familiar tiene muchos desafíos para los funcionarios. Entre otras cosas: qué se hace el día después de que termina el control de precios. Para que ese control funcione se necesita  prolijidad fiscal, monetaria y cambiaria.

Guzmán se comprometió políticamente a que la “macro” va a acompañar al congelamiento. La intención es converger hacia una inflación “aceptable” en vísperas de las elecciones de octubre.

La medida visible del plan será el congelamiento por un semestre de 100 productos de alto consumo popular. Paula Español intimó esta semana a las firmas líderes: les pidió absoluta celeridad en el armado. La funcionaria está urgida: la inflación de marzo le provocó fuertes criticas en el gabinete. El sistema de control estaría acompañado con cuatro decisiones centrales.

Primero, una mejora en las cuentas fiscales por la “mayor” recaudación que facilita el precio de la soja en las nubes. Este jueves superó los 555 dólares: así se asegura la mayor recaudación desde 2014.

Por eso, este plan económico incluye una estrategia central: atrasar el dólar. El ingreso extra del campo fortalece esa peligrosa decisión. Ya desde enero, el billete oficial tiene un ajuste decreciente. Ahora, la estabilidad se profundizará. El precario plan antiinflacionario incluye una política monetaria más cuidada, precios controlados y prácticamente un inevitable congelamiento de las tarifas. 

Fuente: Los Primeros tv