Se llama Paul Gonzales y cada vez son más las mujeres que aseguran haber caído en su trampa, el blog Eater Los Angeles que viene siguiendo su pista hace varios años en Estados Unidos.
Dicha publicación cita como ejemplo el caso de Marjorie, que en 2016 sufrió la estafa. La mujer contó que el hombre fue atento y cariñoso hasta que se excusó para atender una llamada. Pero nunca regresó y sobre la mesa quedó una factura de 250 dólares.
Según otra víctima, Gonzales fingió que su tía estaba gravemente enferma y que su teléfono se estaba quedando sin batería, por lo que tenía que ir al auto a buscar el cargador. El resultado: “Pagadiós” de 130 dólares.
Un tercer testimonio dio cuenta de una cita en la que pidió dos platos y repitió ambos. Luego, casi sin preocuparse por las excusas, simplemente expresó que necesitaba levantarse un momento y desapareció.
En los últimos meses se conocieron casos en Long Beach y en Pasadena.
Sin embargo, no siempre logró su cometido. El pasado mes de abril, el dueño de un restaurante lo reconoció cuando se disponía a pedir un segundo plato de carne y lo echó del local, sin cobrarle nada a la mujer que lo acompañaba.
De acuerdo con el diario ABC, varias de sus víctimas ya se contactaron entre sí y están preparando una demanda contra el “Don Juan gastronómico”.