En un clásico que tuvo de todo, la Selección Argentina derrotó a Brasil en el Estadio Maracaná por 1 a 0 con un golazo de cabeza de Nicolás Otamendi. El primer tiempo fue muy friccionado y no hubo ocasiones claras de gol. Sin embargo, en el complemento se abrió el partido y tuvo más emociones. De esta manera, la Albiceleste le quitó el invicto histórico de la Verdeamarela jugando de local por Eliminatorias Sudamericanas. Primera derrota en toda su historia.
“Un minuto de silencio, para Brasil que está muerto”. Suena y suena. Lo cantan los jugadores, la replican los hinchas. La victoria más maravillosa de la Selección que no sea por un titulo. Se gritó con furia. Con bronca. No es la cuarta estrella, pero es para festejar durante mucho tiempo. Será otra victoria épica de la Scaloneta, apenas un escalón abajo del Maracanazo del 2021, de la Finalísima, del eterno Mundial de Qatar. La estadística marcará que solo es un partido más de la sexta, de un torneo que parece no tener importancia para la clasificación a un Mundial 2026 porque parece una obviedad que la Selección estará, pero esto que ocurrió en Río de Janeiro se meterá en el corazón de los argentinos.
Como alguna vez todos fueron Montiel, anoche todos fueron Otamendi. Cuando Leo Messi jugó solamente por la bronca de lo que le pasó a los hinchas porque ese aductor no daba más desde los 30′, apareció el otro guerrero. Esta vez no fue Di María, esta vez fue el tercero de los históricos, el que sabe de sufrimientos, el que anoche gritó más que cuando salió campeón del mundo. Con locura, agarrándose la camiseta, mirándose el escudo, mostrando las tres estrellas.
Otamendi festejó con locura el 1 a 0 (Foto: Marcelo Carroll).
Un salto para ganarle a los defensores locales, para saltar por los hinchas que tan mal la pasaron. Otamendi hizo justicia en un partido que no debió jugarse. Porque en el primer tiempo era difícil pensar en la pelotita, cuando tantos compatriotas la pasaron pésimo, cuando corrió sangre en varias cabezas, cuando los jugadores primero debieron interceder para que la (maldita) policía carioca más daño del que ya hizo en todo este 2023 cada vez que un equipo argentino pisó tierras brasileñas.
La Scaloneta tuvo la cabeza fría para jugar cuando no se podía. Y el corazón caliente. Porque de fútbol se puede hablar poco, pero de guapeza mucho. Porque ese himno suena en el mejor momento, el Brasil decime qué se siente, tener en casa a tu papá, porque este 1-0 desempata el historial, porque este 1-0 es para ir a festejarlo y colgar la bandera en el Cristo Redentor. Porque Argentina hizo más historia que nunca, porque Brasil perdió por primera vez en su historia como local. Sí, leyó bien. por primera vez perdieron como locales.
“Cada día te quiero más, soy argentino, es un sentimiento no puede parar“, cantan los jugadores, cantan los hinchas. Suena el ole, ole en el final, mientras los brasileños corrían detrás de la pelota. Suena el “dale campeón” en el Maracaná. La Scaloneta lo hizo nuevamente y que la cuenten como quieran.
El festejo de los jugadores de Argentina. (Photo by CARL DE SOUZA / AFP)
fuente: Olé