El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, cuestionó a la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien calificó la marcha de los jubilados como parte del “ejercicio de la democracia”. “Tiene un error conceptual sobre la democracia”, afirmó el funcionario, insistiendo en que la manifestación tuvo una “intención de desestabilizar” al gobierno.
Francos también defendió la represión policial y acusó a la jueza Karina Andrade de liberar a los detenidos sin fundamentos. “En una especie de zaffaronismo garantista, resolvió que no había causas suficientes”, dijo. Andrade había ordenado la liberación de 114 personas, argumentando que la información judicial era “deficitaria” y que se violaban derechos constitucionales.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que la protesta fue una “operación violenta organizada” y responsabilizó a intendentes de Buenos Aires. Sin embargo, Villarruel tomó distancia del discurso oficial y subrayó que “la violencia no es una herramienta para manifestarse”, sin considerar la marcha un intento de golpe.
El gobierno sostiene que las protestas buscan desestabilizar al presidente Javier Milei, quien, según Francos, “tiene un apoyo popular muy fuerte” y enfrenta a una oposición preocupada por las elecciones.