Desde este lunes 31 de marzo, entró en vigencia una reducción de impuestos a las importaciones de ropa, calzado, hilados y telas, según el Decreto 236/2025 publicado en el Boletín Oficial. La medida apunta a fomentar la competencia, bajar los precios al consumidor y apoyar el descenso de la inflación.
Los nuevos aranceles retrotraen los valores a los vigentes antes de 2007: el impuesto a la ropa y el calzado baja del 35% al 20%, el de las telas del 26% al 18%, y los de hilados caen a rangos del 12% al 16%. El Gobierno argumentó que la indumentaria en Argentina está entre las más caras del mundo, incluso comparada con países con PBI per cápita medio-alto como España, Brasil y México.
Además, el Ejecutivo recordó que desde 2024 ya se habían eliminado controles aduaneros como el etiquetado obligatorio, el estampillado, la DJCP y ciertas licencias de importación. Todas estas medidas, según Industria y Comercio, buscan abaratar la indumentaria y facilitar el acceso a productos que hoy tienen un alto costo en el país.
El decreto también justifica la baja arancelaria al señalar que los aumentos establecidos en 2007 por el MERCOSUR fueron condicionados a estudios posteriores que nunca se realizaron. Al seguir vigentes, esos aranceles “generan un impacto directo en el precio de la ropa”, explicó el comunicado oficial.
