En Estación Aráoz, los vecinos están inquietos por el llamativo hallazgo de unos jóvenes a la vera de la ruta 302. Mauricio Perea y sus amigos estaban pescando en el canal que cruza por esa localidad cuando observaron algo raro en uno de los márgenes que se desbarrancó por la lluvia.
Ellos creen que se trata de restos fósiles de algún animal prehistórico. “Está dos kilómetros más arriba de dónde encontraron un dinosaurio la vez pasada, que era un gliptodonte” reveló Mauricio a LA GACETA.
Intentaron comunicarse con el Instituto Miguel Lillo para que retiren los restos, pero no recibieron respuesta. Temen que vándalos se acerquen al lugar y los destruyan.
Similar a otros dos que se hallaron años atrás en Famaillá y Tafí Viejo. El descubrimiento fue a la altura del kilómetro 35 de la Ruta Provincial 302. Igual que en 2002, cuando un grupo de niños de Estación Aráoz (al sur de Ranchillos) decidió pescar mojarritas a orillas de un canal, cuyas márgenes se habían erosionado con la lluvia, dejando al descubierto parte de la osamenta de un gliptodonte esclerocalipto.
El descubrimiento fue a la altura del kilómetro 35 de la Ruta Provincial 302. Igual que en 2002, cuando un grupo de niños de Estación Aráoz (al sur de Ranchillos) decidió pescar mojarritas a orillas de un canal, cuyas márgenes se habían erosionado con la lluvia, dejando al descubierto parte de la osamenta de un gliptodonte esclerocalipto.
El animal
Los gliptodontes, que se extinguieron entre 10.000 y 15.000 años atrás, fueron parte de la fauna que convivió con los primeros hombres, a fines de la era Cuaternaria. Son parte de los xerartros, que incluyen a los quirquinchos y los perezosos arborícolas. Este grupo, de origen sudamericano, nació durante el Cenozoico, hace 65 millones de años.
Estos animales tienen el cuerpo protegido por un caparazón dorsal, formado por placas de hueso; una placa que protege la cabeza y un estuche que cubre la cola.
La principal diferencia entre el quirquincho y el gliptodonte es que el caparazón del primero es móvil, por lo que puede replegarse. Por eso el gliptodonte desarrolló un mayor tamaño, para poder defenderse. Esta especie medía unos 3 metros de longitud, 1,5 metro de altura y pesaba más de dos toneladas.
FUENTE: LA GACETA
