La sede del PAMI en Tucumán, ubicada en Córdoba al 900, fue escenario este lunes de largas colas y profundo desamparo. Cientos de jubilados acudieron en busca de respuestas para acceder a medicamentos gratuitos, pero el sistema no respondió. La reciente medida del gobierno nacional que obliga a tramitar subsidios para estos beneficios ha generado un caos en los servicios.
Los testimonios recogidos revelan la difícil realidad que enfrentan. Graciela, de 70 años, resumió la situación: “Mi jubilación no alcanza. A veces sólo almuerzo un tomate y una zanahoria. Ni hablar de medicamentos, que el PAMI entrega casi vencidos”. La caída recurrente del sistema y la falta de personal capacitado empeoran el panorama. Sofía, de 80 años, relató: “Vengo de Los Ralos y no puedo estar parada tanto tiempo. Antes accedía al 100% de mis medicamentos, pero ahora me piden pagarlos”.
Otros jubilados expresaron su frustración. Teresa lleva días esperando sin éxito; mientras que Yolanda, en proceso de operarse de cataratas, denunció: “Compré los medicamentos, pero ahora me dicen que estoy fuera del cupo”. Las historias reflejan una constante mezcla de enojo, tristeza y agotamiento.
El sistema digital, que debería facilitar los trámites, no es una opción para muchos adultos mayores. La falta de soluciones afecta no solo su acceso a medicamentos, sino también el respeto y la dignidad que merecen en esta etapa de sus vidas. / LA GACETA