El próximo lunes, la sonda espacial Juno de la NASA volará a una distancia de 1.038 kilómetros de Ganímedes, el satélite natural más grande de Júpiter.
Se trata del mayor acercamiento desde que otro aparato, el Galileo, volara a 808 kilómetros de dicha luna. No obstante, Juno está dotada de herramientas mucho más avanzadas “capaces de ver Ganímedes de maneras nunca antes posibles”, afirma el investigador principal del proyecto, Scott Bolton, citado por un comunicado de la agencia, publicado este viernes.
Como parte de la campaña informativa vinculada con el próximo sobrevuelo, la NASA divulgó una animación de Ganímedes, que muestra en color las estructuras geológicas conocidas en su superficie.
La NASA recrea una luna de Júpiter que podría albergar vida
La NASA divulgó una animación de Ganímedes, el satélite natural más grande de Júpiter, que muestra en color las estructuras geológicas conocidas en su superficie
La recolección de los datos empezará alrededor de tres horas antes del máximo acercamiento. Además de captar imágenes, Juno estudiará varias propiedades importantes.
Así, para analizar la composición y la temperatura del hielo que la cubre —y que, según los científicos, esconde un océano interior que tal vez podría ser habitable—, la sonda utilizará un radiómetro de microondas (MWR, por sus siglas en inglés).
“La capa de hielo de Ganímedes tiene algunas regiones claras y oscuras, lo que sugiere que algunas áreas pueden ser hielo puro mientras que otras contienen hielo sucio. El MWR proporcionará la primera investigación a fondo de cómo la composición y estructura del hielo varía con la profundidad, lo que conducirá a una mejor comprensión de cómo se forma la capa de hielo y los procesos en curso que resurgen el hielo con el tiempo”.
Asimismo, la sonda estudiará la capa exterior de la atmósfera de la luna, donde los gases forman iones bajo la radiación solar.
“Cuando Juno pasa por detrás de Ganímedes, las señales de radio pasarán a través de la ionosfera de Ganímedes, lo que provocará pequeños cambios en la frecuencia que deberían captar dos antenas en el complejo de Canberra, de la Red de Espacio Profundo, en Australia. Si podemos medir este cambio, podríamos comprender la conexión entre la ionosfera de Ganímedes, su campo magnético intrínseco y la magnetosfera de Júpiter“, explica Dustin Buccino, el ingeniero de la misión.
Fuente: Los Primeros