En las actividades que produjo el centésimo cumpleaños de Gustavo Leguizamón, que se cumplió el 29 septiembre de 2017, podemos ver el impacto de su obra y figura. Creador en todo sentido, Leguizamón fue un artista que comprendió profundamente no sólo la música del hombre de la región, sino también su sentimiento y su pensamiento. Pero también era un artista que vivió plenamente su tiempo, proyectándolo hacia el futuro.
Así creó una obra única del canto popular de todos los tiempos, que supo valerse de uniones poéticas con otros creadores de la talla de Manuel J. Castilla, Miguel A. Pérez, o Hamlet Lima Quintana. Por eso, en julio de este año, con un acto en el Salón Dorado la Legislatura porteña declaró de interés cultural la obra del Cuchi.
Y aunque el Cuchi nunca tuvo un lugar en Cosquín, este año el festival mayor del folclore argentino le dedicó un homenaje especial con muchos artistas invitados. En realidad se hicieron incontables recitales en varias provincias y sobre todo en Salta, que sería arduo de enumerar. La mayoría de nuestra provincia de carácter privado y surgidos por la admiración de sus organizadores.
También se editaron discos como “El Cuchi de cámara” de Lorena Astudillos, se publicaron textos como el libro “Corazón Alegre – Obra de Gustavo Cuchi Leguizamón”, del Instituto Nacional de la Música (INAMU). En la edición, Neli Saporiti, Leopoldo Deza y otros músicos intervinieron con textos y transcripción de las partituras del Cuchi en esta obra que por primera vez reúne algunos sus trabajos.
¿Cuántos eran? La cifra es aún un misterio, ya que aún falta exhumar mucho de su material, tanto el individual como el que hizo junto a otros autores. Sin embargo, la página oficial del Ministerio de Cultura de la Nación asegura que son más de 800.
A un mes de cumplirse los 100 años del Cuchi, el 28 de agosto de este año, murió repentinamente su viuda Emma Palermo. Con ella tuvo sus únicos cuatro hijos: Juan Martín (56 años), José María “Moro” (55 años), Delfín (52 años) y Luis Gonzalo (50 años).
Este año también murió Arnaldo Etchart, el primer impulsor de la Serenata a Cafayate y un mecenas criollo que estimuló a creadores de toda una época. Con ellos, una puerta se cerraba. Pero, como señaló Arturo Pachula Botelli al referirse al deceso de Emma, “fue una buena vida”.
