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martes, abril 29, 2025
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LUIS CESAR AMADORI, TANO GINO

Y vamos con otro tanito que también le puso garra al ritmo del 2×4, y se trata de Luis César Amadori había nacido en PescaraItalia, un 28 de mayo de 1902, como tantas otras familias italianas que vinieron a buscar fortuna en nuestra tierra, emigró a los 5 años a Argentina, comenzó sus estudios en una escuela primaria de Villa Ballester e hizo el bachillerato en el Colegio De La Salle Buenos Aires

Cursó sus estudios universitarios de medicina en Córdoba en 1918, si bien los abandonó en favor de su vocación de escritor y adaptador de comedias francesas, fue una notable e insoslayable figura de la época dorada del cine, siendo él un gran director, con un protagonismo en el teatro y por supuesto como lo vamos a describir en esta reseña  del tango también, guionistaescritormúsicoletrista y podemos decir un productor argentino nacido en Italia.

En la década del veinte fue periodista del vespertino Última Hora y de la popular revista Caras y Caretas, en los que publicó reportajes a gente de teatro, lo que despertó su veta de libretista del género chico. Aquellas sencillas comedias tenían argumentos que servían de excusa para presentar a los intérpretes más populares.

Escribió una gran cantidad de obras para las decenas de salas dedicadas al género. Se representaba, por lo general, más de una obra por función y las temporadas eran reducidas, había que reponer permanentemente.

Fue elegido por un grande como Walt Disney para dirigir el doblaje al español de 4 de sus propios filmes, FantasíaPinochoDumbo y Bambi; teniendo como director de fotografía de su película Madreselva fue el húngaro John Alton, quien luego desarrolló su carrera en Hollywood. Como guionista cinematográfico utilizó el seudónimo de Gabriel Peña, y como autor de revistas musicales utilizó otro el de Leo Carter; sus íntimos lo llamaban Gino.

En 1936, dirige junto a Mario Soffici, el primer film, Puerto Nuevo, cuyo elenco estaba encabezado por los cantantes Sofía Bozán y Charlo. Película de tono romántico, dentro de un contexto social acuciante, adornada con canciones y tangos.

Su mayor éxito, con varias reposiciones, fue Dios se lo pague, con Zully Moreno, quién fue su esposa, Arturo de Córdova y otros importantes actores. Esta vista tuvo la peculiaridad de ser elegida para participar en los premios Oscar de los Estados Unidos. Su estreno fue en marzo de 1948.

La dictadura Militar de 1955 decretó la proscripción del peronismo y de todo aquello que lo refiriese, por lo que, con cargos ficticios fue apresado junto con otros como Hugo del Carril y Atilio Mentasti. ​En 1955 emigró a España debido al golpe de Estado contra Juan Perón que instauró el autodenominada Revolución Libertadora y comenzó a perseguirlo por sus ideas políticas. Se convirtió así en una de las figuras de la dirección en el cine español de los 50 y los 60, sobre todo de corte histórico. En su exilio filma dos grandes éxitos La violetera y El último tango, ambas con la gran cantante y actriz española Sarita Montiel.

Escribir para teatro lo llevó ineludiblemente a escribir también las letras de numerosas canciones, principalmente tangos. Dijo en un reportaje: «Como teníamos siempre en nuestra compañía una estrella que cantaba tangos Azucena MaizaniMercedes Simone y la más querida y recordada, para mí, Sofía Bozán, empecé a escribir letras para tangos».

Los primeros tangos los compuso junto a gente de teatro, tal el caso de Antonio Botta, habitual colaborador de Francisco Lomuto, o el de José González Castillo padre de Cátulo Castillo, o el de Ivo Pelay, siempre asociado a Francisco Canaro y el de Enrique Santos Discépolo, a quien conoció cuando se presentó en su teatro para ofrecerle “Esta noche me emborracho”. Este tango fue inmediatamente estrenado por Azucena Maizani.

Con Discépolo se generó una sociedad creativa de la cual surgieron los tangos “Confesión”, “Alma del bandoneón” y “Desencanto”, y el vals “Tu sombra”. Respecto a “Desencanto”, fue cantado por Tania en la película El pobre Pérez, con el cómico Pepe Arias, en el papel principal, y que dirigió el propio Amadori.

Como primaba la ocasión, la obligación de escribir por necesidad, algunas veces la inspiración no estuvo presente en sus letras, pero quedó lo suficiente para considerarlo entre los importantes letristas del tango. Tuvo la virtud de escoger muy buenos músicos para la composición de su obra. Con Francisco Canaro firma “Madreselva”, “Yo también soñé”, “De contramano”, “Quisiera amarte menos”, “Como te quiero”, “Qué le importa al mundo” y otras.



Con música de Charlo: “Tormento”, “Cobardía”, “Rencor” y “Viejas alegrías”. Con Luis Rubistein: “Olvido”. Con Alfredo Malerba: “Vendrás alguna vez”. Con Rodolfo Sciammarella, “Quién hubiera dicho” y “Serenata”. Con Enrique Delfino: “Ventanita florida”. Con Raúl de los Hoyos: “Fondín de Pedro Mendoza” y “Felisa Tolosa”. Con Julio De Caro el vals “Nunca”.

Gardel le grabó cinco tangos: “Cobardía”, “Confesión”, “Fondín de Pedro Mendoza”, “Madreselva” y “Rencor”. En pocos años, Amadori llegó a ser director y luego propietario del Teatro Maipo que, junto al Teatro Nacional eran verdaderos templos de la lujosa revista porteña (género musical similar al music – hall, con connotaciones costumbristas y picarescas y con referencias a la actualidad política.

Tuvo su único hijo varón Luis Alberto Amadori, quien lo tuvo junto a la célebre actriz de cine Zully Moreno (1920-1999), casado desde 1947. Murió en su domicilio en Buenos Aires el 5 de junio de 1977 a los 75 años.

Ing. Aldo Escobar

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