El presidente Javier Milei logró sostener su veto a la ley de financiamiento universitario con un tercio de los votos en la Cámara de Diputados. El apoyo clave vino de los gobernadores peronistas Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca), quienes alinearon a sus legisladores con el oficialismo. Esto aseguró 84 votos a favor del veto, frente a los 160 votos de la oposición, que buscaban reinstaurar la ley.
La ley buscaba recomponer los salarios de docentes y no docentes universitarios. Además, garantizaba una actualización del presupuesto para las universidades. Sin embargo, Milei vetó la norma, alegando que representaba un gasto fiscal insostenible. La Oficina de Presupuesto del Congreso estimó el impacto en 0,14% del PBI, mientras que el Ejecutivo lo calculó en más de $811 mil millones.
El respaldo de Jaldo fue crucial. Tres legisladores tucumanos votaron junto al gobierno, reafirmando su distanciamiento del kirchnerismo. Otros sectores del oficialismo, como los radicales conversos, también apoyaron el veto. Por su parte, algunos legisladores que habían apoyado la ley cambiaron su postura o se ausentaron, facilitando la victoria del oficialismo.
A pesar del resultado, la oposición denunció desfinanciamiento a las universidades públicas y acusó al gobierno de atentar contra el sistema educativo.