Desde este viernes, bares, restaurantes y otros comercios están obligados a ofrecer medios electrónicos para el pago de propinas, como tarjetas o pagos QR. La medida, implementada a través del decreto 731, permite a los consumidores incluir la propina en el total de la cuenta, aunque sigue siendo voluntaria y discrecional.
La implementación inicial abarca locales gastronómicos, hoteles, aplicaciones de delivery y estaciones de servicio. En el futuro, se ampliará a otras actividades donde sea común recibir propinas. Este sistema busca facilitar los pagos, fomentar la digitalización y reducir el uso de efectivo.
El decreto aclara que la propina no forma parte del salario ni genera obligaciones para los comercios que actúan como intermediarios en su cobro. Además, la medida excluye las gratificaciones de retenciones impositivas, como el impuesto al cheque, protegiendo su carácter voluntario y no salarial.
Desde la Cámara Argentina Fintech destacaron el impacto positivo de esta medida en la digitalización. Según la entidad, los pagos digitales se han quintuplicado en relación con las extracciones en cajeros automáticos durante los últimos cinco años. Las empresas del sector aseguran que este método fomenta propinas hasta un 20% más altas que las realizadas en efectivo.