Durante la sesión legislativa en Tucumán, se aprobó la extensión de emergencias en áreas como la económica, hídrica y sanitaria. El legislador radical José Cano criticó la medida, señalando que estas herramientas se han aplicado durante más de dos décadas sin una evaluación de su impacto real.
“En 2003 teníamos un presupuesto de $1.300 millones y un déficit de casi 8 puntos. Hoy tenemos más de un billón de presupuesto y un superávit, pero seguimos justificando la emergencia económica con los mismos argumentos. Esto no puede ser una herramienta discrecional del Ejecutivo”, declaró Cano, destacando que estas medidas deben responder a resultados tangibles para la población.
Emergencia hídrica: un problema desatendido
Además, Cano cuestionó la falta de planificación en la emergencia hídrica. Subrayó que solo el 0,07% del presupuesto aprobado se destinó a este tema, lo que calificó como insuficiente para resolver problemas estructurales. “En pleno siglo XXI, hay zonas en Tucumán sin acceso a agua potable. Necesitamos normas que impacten en la vida de la gente”, enfatizó.
Delegación legislativa y su impacto en la calidad de vida
Cano insistió en que delegar funciones legislativas sin resultados concretos es inaceptable, considerando que más del 50% de la población vive en la pobreza. Concluyó destacando la necesidad de un enfoque público que garantice mejoras reales para los tucumanos.