Steve Feltham, el famoso cazador del monstruo del Lago Ness

El inglés dejó a su novia, su trabajo y su casa para encontrar a “Nessie”, a quien persigue desde 1991.

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“Si tienes un sueño, no importa qué tan descabellado piensen los demás que sea, entonces vale la pena intentar hacerlo realidad”.

La frase pertenece a Steve Feltham, un inglés que actualmente tiene casi 60 años. Y la puso en práctica hace 30 años, cuando decidió dejar todo para que si vida tenga un solo propósito: cazar al monstruo del Lago Ness.

Fue tal su deseo que su determinación no tuvo grises: dejó a su novia, su trabajo y su casa en Dorset (en el sudoeste de Inglaterra) para internar encontrar a “Nessie”, tal como conocen en Escocia al supuesto monstruo que acecha las aguas de este tranquilo lago.

Su fanatismo comenzó en 1970, cuando apenas tenía 7 años. En aquel momento visitó al Lago Ness junto a su familia y vio a unos voluntarios construir un campamento improvisado en la orilla, cerca del castillo Urquhart. Su objetivo: desde allí vigilaban el agua las 24 horas, con la esperanza de grabar a Nessie.

“Lo que realmente me llamó la atención fue la plataforma que habían construido, sobre la que habían montado una cámara de cine y un trípode. La lente sola debe haber tenido un metro de largo. ¿Hombres adultos que buscando monstruos? Me pareció fantástico”, recordó Feltham.

El origen de su pasión

Esa fue la semilla de su futura pasión, que con el paso del tiempo comenzó a germinar. Al ver su interés, su padre le regaló una carpeta con varias fotografías e informes del equipo que habían visto sobre la información que habían recolectado. “Quedé enganchado”, se sinceró.

“Tras eso volví al lago muchas veces, primero cuando era niño y luego, cuando era un adulto, en ‘expediciones’ de dos semanas, armado con una cámara muy básica y unos binoculares de la Segunda Guerra Mundial de mi abuelo, con la esperanza de poder resolver el misterio antes de que tuviera que volver al trabajo”, remarcó.

Claro: ese “misterio” no iba a resolverse tan fácilmente. Por eso, en 1987 -ya con 24 años, una novia y una casa-, su vida llegó a una encrucijada. Y al poco tiempo de comenzar a trabajar junto a su padre colocando alarmas en diferentes hogares tuvo una revelación.

La decisión que cambió la vida de Steve Feltham

Durante algunos de esos trabajos, el comentario que le hacían las diferentes personas se repetía: “Me decían ‘Oh, desearía haberme ido a vivir a Estados Unidos cuando tenía tu edad’, o que les hubiera gustado haber escalado el Monte Everest, o lo que sea… ¿De qué me arrepentiría yo mismo cuando llegue a los 70 años?“, se preguntó.

Lo cierto es que esa inquietud caló hondo en su mente. Y no dudó: en 1990 dejó a su novia, su trabajo y puso su casa en venta. Sus padres, al enterarse de la noticia, no estuvieron sorprendidos. “‘Te lo dije’, le dijo mi madre a mi padre”, contó en su web oficial.

A partir de allí, el Lago Ness se volvió su nuevo código postal. Eso sí, se adaptó a sus necesidades: compró una casa rodante (en realidad era una antigua biblioteca móvil) con una pequeña estufa, para poderse mantener en movimiento ante los posibles avistajes de Nessie.

“Nunca había estado más contento”

El 19 de junio de 1991, la mudanza estuvo completada. “Nunca había estado más contento”, rememoró. No obstante, en un comienzo los días fueron complicados. 

“Para financiarme, se me ocurrió la idea de hacer pequeños modelos de Nessie con plastilina. Estaba seguro de que los turistas los comprarían, pero el primer año me costó venderlos. El problema era que nadie sabía qué estaba haciendo ni por qué“, remarcó.

Fue allí cuando, poco a poco, comenzó a volverse viral. La BBC se enteró de su proyectó y decidió proveerlo con baterías y equipos de filmación. Así nació el programa “Desperately Seeking Nessie” (“Buscando desesperadamente a Nessie”), que renovó el interés de las personas por el misterio.

Steve Feltham, el optimista​

Ahora, claro, era tiempo de esperar a ver a Nessie. Pero… “Nunca puse un límite de tiempo, pero supongo que pensé que dentro de los primeros tres años seguramente vería y filmaría algo. Ahora sé que fue un poquito optimista… El lago tiene casi 40 kilómetros de largo y un hombre solo puede estar mirando alrededor de dos kilómetros en cualquier momento”, aseguró.

Sus métodos para encontrar al monstruo fueron variados, como ecosondas o pequeños aviones con cámaras. El resultado era siempre el mismo: ningún rastro de Nessie.

“Hoy en día miro principalmente desde la costa. Me encantaría tener mi propio barco, pero para generar suficiente dinero para comprar uno, primero tendría que filmar a Nessie“, se lamentó Feltham, quien a partir de 2000 dejó de moverse de un lado a otro ya que su casa rodante dijo “basta” y comenzó a tener algunos desperfectos.

No tengo agua corriente ni electricidad, y las baterías de mi auto cargadas por un panel solar me permiten encender las luces, la radio y la computadora portátil. Mi ducha consta de dos cubos de agua del lago y una cacerola calentada en la estufa”, describió.

La pregunta, entonces, permanece: ¿Existe el monstruo del Lago Ness? ¿O es algún tipo de invento turístico? “Tengo que ser honesto. No creo que Nessie sea un monstruo prehistórico. Lo que mucha gente dice haber visto cuadra con la descripción de un pez gato con el cuerpo encorvado”, aseguró Feltham en 2015 al diario The Times. ¿Estará en lo cierto?

El misterio del monstruo del Lago Ness, con el paso de los años

El primer registro escrito del monstruo se remonta al monje irlandés San Columba, que vislumbró una “bestia acuática” en las profundidades del río Ness en el siglo sexto, mucho antes de la introducción del pez gato en la región.

Durante estos años han existido incontables intentos infructuosos por seguir la pista al monstruo. En 2003, la BBC financió una extensa investigación científica que empleó hasta 600 radares de sonar y seguimiento por satélite para barrer el lago por completo. Todo terminó en que, probablemente, no había nada ahí.

La fotografía más famosa de Nessie, conocida como la “foto del cirujano” fue tomada en 1934, y mostraba una cabeza saliendo del agua. Sesenta años después, se descubrió que todo era un truco, y que utilizaron una cabeza de monstruo falsa unida a un submarino de juguete.

“El misterio del monstruo durará para siempre, y continuará atrayendo a la gente aquí, con o sin monstruo”, concluyó Feltham, el hombre que intenta cazar a Nessie.

Fuente Clarin.