Cuentan en la intimidad del fútbol local que hubo un “tucumano” en el casamiento de Diego Armando Maradona y Claudia Villafañe. Quizás para esos tiempos fue el evento de mayor envergadura del país. Jorge “El Eterno” Lopez había sido compañero de Diego en Argentinos Juniors en los años 77/78, donde nació seguramente esa amistad, emigró del bicho colorado para España al Burgos FC en la temporada 80/85. El bandeño delantero de buen juego también pasó por el Sevilla FC de España en los años 80/85, un tiempo antes que Maradona siendo de los primeros argentinos en llegar al club junto al técnico campeón del mundo México 86 Salvador Bilardo.
Ese casamiento, el primero del astro mundial del fútbol, fue la noticia del mundo entero al que solo acudieron celebridades y afectos de Diego Armando Maradona. Pues ahí estaba “El Eterno” quien años después regresaría al futbol tucumano para jugar en los dos grandes de la provincia Atlético Tucumán y San Martín de Tucumán, terminando su carrera en el atlético Concepción de la Banda del Río Salí equipo del cual es hincha.
“Ahí me dieron un sobre cerrado, yo no entendía de que se trataba. Porque me llegaba al club y no a la casa. Cuando lo abrí y vi que era una invitación de Diego, no podía creer. Me incluía estacionamiento, estadía, con reserva de hotel, con todo. No lo podía creer, ni yo ni ninguno de los muchachos del plantel que me felicitaban”.
Así el 7 de noviembre de 1989, Jorge López estuvo presente en la mejor fiesta del siglo, cuando Diego Maradona y Claudia Villafañe gastaron 2 millones de dólares en la celebración que se llevó a cabo en el Luna Park: “Fue una cosa impresionante, inolvidable. Nunca estuve en un evento así. A cada rato había una sorpresa. Me acuerdo que yo tenía que volverme a Tucumán a media mañana y ya era más de las 7 y no se había ido absolutamente nadie”, recuerda.
Fuente el tucumano