El rumor de que el Intendente Germán Alfaro tendría conversaciones con el Gobierno de la provincial tomó fuerza. Para el acto del 9 de Julio criticó con un tono amenos la visita fugaz del Presidente Mauricio Macri diciendo que se estaba haciendo lo mismo que se criticaba, fue suficiente para que los diretes de Casa de Gobierno tomen fuerza y molesten a más de uno. Rápido de manos el Legislador Fernando Juri se mostró interesado en la capital tucumana y se anunció como un posible candidato. Nadie puede negar que es un cuadro y con experiencia. Otro que sin destajo dijo trabajar para ser Intendente fue el Legislador Guillermo Gasenbawer que dependerá exclusivamente del acompañamiento pleno del frente oficialista y del algún desprendimiento de Radicales enojados con Alfaro.
En Cambiemos se miraron entre ellos después de que el Intendente Alfaro se manifieste así. Una rajadura de ese tipo puede hundir ese barco que navega a la deriva y que tiene muchos capitanes pero pocos marineros. El Diputado José Cano es la figura con más aceptación en la gente, pero claro está que tiene muchos referentes de Cambiemos en contra después de la frustrada elección provincial. Quién se dio cuenta del costo político que pagarían los macristas por el mal humor de Alfaro fue su esposa, la diputada Beatriz Ávila, quién para distraer cargó contra el gobernador Juan Manzur y el ministro Regino Amado diciendo que no los reciben en Casa de Gobierno.
¿Volverá Germán Alfaro al gobierno de la provincia?
Los mellizos Orellana se encargaron de complicarlo de nuevo: “No creo que Alfaro haya dejado de ser peronista”; nadie de su espacio salió a negar o reafirmar eso. De suceder, se contradirán con el antiperonismo que reina en Cambiemos incomodando al Bussismo devenido en Pro y a la expresión conservadora de la UCR.